Editorial

Editorial Septiembre 2016
Siempre hemos dicho que nuestra misión educativa pasaba por ofrecer recursos para ayudar a nuestros alumnos a ser mejores personas, mejores parejas y mejores padres. Hoy, más que nunca, la mejor herencia que podemos darle a nuestros hijos es una buena educación desde que nacen, poniendo los cimientos más sólidos de esa Educación obligatoria y social en el hogar, y –en paralelo– colaborando para reconstruir una nueva Escuela para todos: desde la equidad y la excelencia. Pero, para poder dar, hay que tener o recibir; para educar, saber o educarse.